viernes, 3 de septiembre de 2010
Agoreros
Resurgen los agoreros, agazapados desde que empezaron las eliminatorias del Mundial de fútbol. Estaban escondidos, esperando su oportunidad, y ésta ha llegado: la selección de baloncesto ha perdido un par de partidos y no ha dado una sensación de fluidez y buen juego. Esos dos hechos, ciertos, irrefutables, los convierten los agoreros en el inicio del fin, en el primer paso para hacer las maletas, el fin de una generación de oro, no valen para nada. Y se equivocarán. Seguro. Este equipo responde siempre, compite siempre, pelea siempre. Tiene calidad a pesar de las dolorosísimas ausencias y ya antes, precisamente hace un año, resucitaron después de que medio país los diera por muertos. Convendría recordar que fueron ellos, precisamente ellos, los que mandaron al infierno la maldición de cuartos. Pensaban más allá: para la ÑBA el partido decisivo siempre ha sido la final.
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