martes, 1 de junio de 2010
Gestos
Los alcaldes no se libran de la bajada de sueldos. Los hay, incluso, más papistas que el Papa, como la de Sanxenxo, que se reduce la nómina el doble de lo que era obligatorio. Es la política de los gestos. Desconozco cuánto recaudaría de más el Estado con un impuesto a las grandes fortunas, pero me parece que ése no es el debate. Se trata de hacer ver a la ciudadanía que el pato no lo van a pagar los de la clase media, que aquello de ‘esto lo arreglamos entre todos’ tiene algo de verdad. Porque es muy probable que las medidas de ajuste sean necesarias, pero, si lo que pretende el Gobierno es que lo asumamos con una cierta naturalidad, conscientes de la gravedad de la situación, quizás debería valorar la importancia de la política de gestos, ésa que ayuda a impedir que pese a la subida del IVA, las bajadas de sueldo y la congelación de las pensiones, se nos quede cara de tontos.
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