viernes, 14 de octubre de 2011

Facturas en el cajón

La moda de encontrarse facturas escondidas ha llegado a tal punto que hay veces en que abro con miedo los cajones de mi escritorio, no vaya a desayunarme allí un recibo impagado del IBI del 2004. Normalmente, la oposición espera a llegar al poder para asegurar que todo es un desastre, un cataclismo, un fracaso por la gestión del gobierno anterior, pero en Pontevedra incluso se habla de las facturas ocultas después de perder las municipales, quizás en un intento último de aparentar que el poder aún está a la alcance de la mano. Con las críticas del Partido Popular uno se imagina los cajones del Concello a punto de reventar y un funcionario al lado empujando con todas sus fuerzas para poder cerrarlos. ¿Qué será de la oposición cuando se instaure la factura electrónica? «Los pen drives y los discos duros están llenos de recibos impagados», clamarán. Pero entonces ya no será lo mismo.

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