viernes, 27 de agosto de 2010

Óptimo

Óptimo: sumamente bueno, que no puede ser mejor, dice la Real Academia. Puede que sea la campaña en la que menos hectáreas de monte hayan ardido, puede también que los equipos de extinción hayan funcionado como un reloj a la hora de movilizarse tras un aviso de emergencia, puede incluso que todas esas críticas que se están oyendo desde los sindicatos sobre la escasa formación o la falta de material no sean más que rabietas tratando de hacer oposición y hasta puede que el operativo de Feijóo lo hubiese hecho mejor que el bipartito si le hubiese tocado afrontar la ola de incendios de 2006 en la que, por cierto, no colaboraron los alcaldes del PP. Puede, insisto, que todo eso sea verdad, pero este año han muerto dos personas. El presidente de la Xunta quiso presumir de verano del modo menos oportuno. Puso el orgullo en primer plano y olvidó el tacto. No entendió su papel. Era justo al revés.

domingo, 22 de agosto de 2010

El váter de Salinger

Una tienda de antigüedades de Estados Unidos ha puesto a la venta en e-bay un váter que perteneció al escritor J.D.Salinger. Hasta ahí la noticia no pasa de ser una curiosidad. Unas líneas más adelante, la curiosidad toma un precio de salida de un millón de dólares. Dirá usted, como yo, que a nadie se le puede ocurrir pagar algo por un váter por más que allí se pariera ‘El guardián entre el centeno’. Quizás Vargas Llosa estructuró ‘La fiesta del chivo’ en la bañera, pero a mí no se me ocurriría poner un duro por ese grifo de ducha. «Quieren publicidad», añadirá alguien. Y tiene razón. «Quién sabe cuántas historias se concibieron y pasaron al papel mientras Salinger estaba sentado en su trono», dice el vendedor para incentivar las pujas. Y eso es lo más preocupante: que las historias pasaran al papel. Ahí, sin duda, comenzó la leyenda de autor maldito de Salinger, con ese trabajo sucio.

viernes, 20 de agosto de 2010

E-book

Ayer tuve un e-book entre las manos. Lo miré como se mira a los enemigos: con ganas de gresca. Luego me fijé en el tipo de letra, bonito, similar al de los libros tradicionales; después, dejé a un lado los prejuicios y empecé a pensar en las utilidades: espacio, comodidad... Por primera vez en mi cruzada anti ejemplares electrónicos, consideré seriamente la posibilidade de que quizás, quien sabe, posiblemente, en el futuro tendría un e-book como aquel que estaba manoseando. Fue un fogonazo, un momento, un flash, pero existió. Lo deseché enseguida: la imagen de mí mismo sentado en el sofá mirando la librería vacía, únicamente adornada con una pequeña pantalla digital, me pareció descorazonadora. Ponerse a cambiar a estas alturas, con tanto dinero invertido en clásicos de papel, sería igual que renegar de uno mismo, del placer, único, que da pasar la mano por las hojas y sentir ese viejo olor a tinta.

jueves, 19 de agosto de 2010

Las encuestas de Tomás Gómez

Tomás Gómez, el líder del PSOE madrileño que se ha enfrentado a Zapatero, parece haberse casado con una encuesta. En cualquier noticia que se haga sobre su pulso con Trinidad Jiménez se mencionará el hecho de que sale mucho peor parado en los sondeos. Esas encuestas de las que habla el PSOE reflejan lo poco que conoce la sociedad a Gómez y las malas perspectivas de éste en cuanto a intención de voto. Seguramente es cierto, pero también es falso. A Tomás Gómez lo conocen ahora casi todos los madrileños, que sólo ven dos cosas: una, que ha sido un excelente alcalde de Parla; y dos, que no se ha doblegado ante Zapatero. Teniendo en cuenta las ganas que le tiene la ciudadanía al presidente no es éste un tema menor. Si gana las primarias, Gómez obtendrá un buen resultado. De ahí a desbancar a Esperanza hay un trecho bien largo. Pero ese problema lo tendría también cualquier otro socialista.

sábado, 14 de agosto de 2010

Pequeños pasos tras Fornelos

Los cambios en las conductas sociales se consiguen poco a poco, a un ritmo lento. Pirómanos aparte, aún hoy no se ve con malos ojos a los imprudentes a los que se le escapa una quema no autorizada y provocan un incendio de consecuencias impredecibles. Ocurría lo mismo hace años con los conductores que se subían borrachos a sus coches y ponían en riesgo la vida de los demás. Ahora son casi considerados como unos delincuentes en potencia porque Galicia está cansada de ir a entierros de jóvenes que vuelven de marcha y se empotran contra una casa y, también, de padres de familia que se tajan en las comidas y piensan que no pasa nada por ponerse al volante. Dentro de un tiempo, los inconscientes que queman rastrojos con el sol cayendo a puñetazos serán señalados con el dedo. Hoy se les ve como ‘pobriños’ con mala suerte. Y no lo son. Son también delincuentes.

martes, 10 de agosto de 2010

Las duchas de Sanxenxo

El Concello de Sanxenxo ha decidido, entre otras medidas para reducir el consumo de agua, cortar el simunistro de las duchas de las playas. Aunque en el reportaje que hoy publica este periódico hay gente comprensiva armada de paciencia son muchos los que critican la medida. Más allá del debate de si las banderas azules deben seguir ondeando, está el problema de la imagen, que es lo más importante de este asunto. Porque el agua que se ahorre el Concello no va a compensar la mala sensación que se van a llevar los bañistas justo en el momento álgido de la temporada alta: la primera quincena del mes de agosto. Sanxenxo vende sol y playa por encima
de todo. Si esos arenales que en otros tiempos se publicitaban en televisión se quedan sin duchas para ahorrar unos cuantos litros que no van a variar demasiado la demanda de agua (un 5% según cálculos del ayuntamiento), ¿para qué sirve la medida?

lunes, 2 de agosto de 2010

Más toros

Lo único que tengo claro en el debate de los toros es que la prohibición se debe meramente a una cuestión política e identitaria de Cataluña que nada tiene que ver con la protección de los animales. La muerte de un hombre corneado por un toro embolado, aunque sea en Valencia, debería hacer sonrojar a los políticos catalanes que hablaron de espectáculos violentos. Defendieron los ‘correbous’ porque el toro no moría. Se ve que los seres humanos no tenían espacio en el debate y se ha quedado uno por el camino. No me molesta la iniciativa del Parlament en sí, sino la hipocresía de aquellos que la han votado. Porque la mayoría de los políticos que la aprobaron no pensaba en los derechos de los animales. Esos diputados decidieron con la cabeza puesta en la bandera. No lo admiten, y eso me ha colocado a mí, que no estaba ni a favor ni en contra de las corridas, del lado de los defensores de la fiesta.