domingo, 7 de junio de 2015

Muerte y resurrección del Mensajero

FUE  TERRIBLE. Un dolor para el alma. Un sufrimiento innecesario. ¿Recuerdan a aquella atleta que llegó dando tumbos, destrozada, a la meta del maratón de Los Angeles ‘84 ? Pues lo mismo: algo inhumano. Lo vimos desde el minuto cinco, literalmente, cuando le entraron los dolores musculares al primer jugador del Mensajero. Una agonía constante que ponía la piel de gallina. En el fondo empatizábamos con ellos, qué caray. ¿Por qué? Pues porque eso le puede pasar a cualquiera. El problema, de hecho, fue que le pasó a cualquiera. A todos los de amarillo, para ser exactos. Una carnicería incesante con más heridos que el desembarco de Normandía.

Hubo una jugada, lo juro por Dios, (...)

http://diariodepontevedra.galiciae.com/blog/400198/muerte-y-resurreccion-del-mensajero

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