domingo, 23 de marzo de 2014

Múltame, dime que me quieres

El Multamóvil de Pontevedra no ardió en la pira del Carnaval. Fue una ilusión óptica. Ustedes se lo tragaron porque no entendieron el tinglado de Ravachol. En realidad lo que allí se estaba cuajando era un Ave Fénix, capaz de resurgir de sus cenizas y amedrentar a todos los infractores de la ciudad. A vista de pájaro, desde el techo del vehículo, como Jean Marie Leblanc, el director del Tour en los tiempos de Indurain, pero con la cámara fija y sin descapotable.
Porque el Multamóvil ya calienta, corretea por la banda y dentro de poco tocará balón. Ojo ahí: en cualquier momento salta al campo y empieza a sacar tarjetas más rápido que García de Loza. De todos modos, no se preocupen, que Carme da Silva prometió alertar antes de que el coche empiece a desenfundar las pistolas. Como no tiene afán recaudatorio, se supone que dará el aviso a voz en grito, urbi et orbe, para que se entere todo el mundo. Pero tampoco lo sé porque me da la sensación de que éste es un tema en el que el BNG no acaba de encontrarse cómodo. Para empezar, no le gusta el nombre de Multamóvil. Yo me he decidido a no hablar de política en estas contraportadas y prometo cumplir el objetivo, así que ahí no voy a entrar, pero supongo que el nombre que el Gobierno local preferiría, pongamos que ‘coche que apatrulla la ciudad sin afán recaudatorio y que solo busca el acojone colectivo’ es muy largo para un buen titular. Como ven, no meterse en política, como pedía Franco, es muy complicado. En fin, olviden lo que acaban de leer y sigamos.  (...)

http://diariodepontevedra.galiciae.com/nova/320012-multame-dime-quieres

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