La sorpresa que se llevó la alcaldesa de Sanxenxo en agosto de 2011 cuando acudió a una reunión con Portos de Galicia y se encontró con una mesa repleta de gente en la que, además de los propios representantes del organismo autónomo, estaban los asesores jurídicos de la Xunta, Pedro Campos como presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo y sus abogados, fue de aúpa. Catalina González ni siquiera sabía que allí se iba a hablar del polémico proyecto de A Panadeira. El Concello había enviado a principios de ese mismo mes una nota rechazando la actuación por varias razones, pero aún se trataba de un plan relativamente embrionario. Esa reunión en Santiago fue el primer intento de muchos por llegar a un consenso. (...)
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