jueves, 3 de junio de 2010

Gay Talese

No lo conocía, y antes que el periodista me impresionó el hombre, capaz de vestirse de traje y chaleco para escribir en el sótano de su casa. Después llegó el libro, los retratos, los encuentros. Había leído que la pieza ‘Frank Sinatra está resfriado’ era casi inmejorable. Demasiadas expectativas, pensé. Pero no. El perfil, largo, casi una minibiografía, no defrauda: fluye, que es lo mejor que se puede decir de un texto, tenga éste cuatro párrafos o cuatrocientas páginas. La historia del encuentro entre Muhammad Alí y Fidel Castro no llega a esa altura: el Everest no se escala todos los días y Sinatra era Sinatra pero Alí ya no era Alí, sólo una sombra con apenas habla. Es igualmente imprescindible para todo aquel que quiera aprender cuál es el primer paso para contar una historia: observar y escuchar. El resto depende del talento de cada uno y el de Gay Talese, el tipo de los trajes y el sombrero, daría para exportar al extranjero.

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